La temporada 2021/2022 fue muy difícil para Jamal Murray. En abril del año 2021 sufrió una lesión ligamentaria que lo comprometió para la temporada siguiente. Su carrera venía en ascenso incesante, pero esa rotura lo alejó de las canchas por más de un año.
En abril del 2022, veía la eliminación de sus compañeros de los Denver Nuggets desde el banco de suplentes, vestido de ropa informal, ya que se encontraba en la fase final de su recuperación.
Su pensamiento en el banco era de venganza, de volver mejor que antes. Denver fue eliminado a manos de los Warriors en aquellos playoffs.
Aunque resurgió como el ave fénix y se consagró en sus primeras finales de la NBA. En la actual postemporada, fue el principal protagonista de la barrida de los Nuggets a Los Ángeles Lakers en la final de la Conferencia Oeste. Y ahora, ante los Miami Heat, fue determinante en el juego del equipo que conducido desde el banco por Michael Malone.
Murray, del frío al estrellato de la NBA:
Murray nació el 23 de febrero de 1997 en Kitchener, en Ontario, Canadá, a poco más de 100 kilómetros de la ciudad de Toronto. Pasó inviernos helados y veranos no tan fríos. Además, su padre ya lo preparaba para el futuro. Aunque el pequeño Jamal, claro, no lo sabía.
Uno de sus primeros recuerdos es cuando aprendió a meditar. Desde los cuatro años, su papá lo sentaba en el sillón y mientras le hacía muecas y gestos, el niño debía mantenerse quieto y en control. “El objetivo no era fingir que no estaba ahí, era despejar mi mente y darme cuenta de todo lo que pasaba a mi alrededor. Sentí que estaba desarrollando un músculo especial que nadie podía ver. Sin saberlo estaba entrenando”.
Bruce Lee, su otra pasión:
Pero Jamal tiene un gusto muy particular: las películas de Kung Fu. Su principal referente es Bruce Lee, pero más allá de verlas por gusto, también lo hacía para aprender: “La mejor parte de verlas con mi papá fueron las conversaciones que generaron. ‘¿Ves lo bueno que es su equilibrio?’, siempre se enfocaba en cosas realmente específicas como esa. Todo tenía una lección”.
Si bien nunca supo patinar, fue arquero de un equipo de hockey sobre hielo, Canadá es una de las grandes potencias en ese deporte.
Pero su gran pasión siempre fue el básquet, de niño solía dormir con una pelota. Aunque eso no es todo, durante los entrenamientos en el patio de su casa, su padre ponía vídeos de kung fu y Murray lanzaba tiros libres. Con los ojos vendados, así lo hacía, para mejorar la sensibilidad y la visualización.
De los Juegos Panamericanos al Draft de la NBA:
En 2016 se presentó en el Draft de la NBA, aunque un año antes jugó los Juegos Panamericanos de Toronto, con apenas 18 años. De todas formas, él ya venía haciendo todo el proceso de juveniles con el seleccionado norteamericano. En esos Panamericanos ganó la medalla de plata y promedió 16 puntos.
Posteriormente, se anotó en la Universidad de Kentucky. En el equipo de básquet, en la temporada 2015/2016, tuvo un promedio de 20 puntos por juego, que lo llevaron a presentarse al Draft. En la selección de jugadores, fue elegido por los Denver Nuggets en la séptima posición.
Ya tiene un título de la liga de básquet más importante del mundo sobre sus espaldas. Ante los Lakers pudo vengar aquella final de Conferencia perdida en 2020. Y hace unas horas, desde lo más alto del pedestal que puede ofrecer la NBA, luce su primer anillo de campeón.
Murray, el chico que superó lesiones y se convirtió en el aliado perfecto para Nikola Jokić, el Joker serbio, con quien sueña en formar la nueva dinastía de la NBA.