Tras días de intensa búsqueda se cumplieron los peores presagios. El cuerpo sin vida de la esquiadora y medallista olímpicaBlanca Fernández Ochoa, de 56 años y madre de dos hijos, fue hallado en el pico de La Peñota, cerca de Cercedilla, en la sierra de Madrid,según fuentes policiales.
El cadáver, con un fuerte golpe en la cabeza, presenta síntomas de haber sufrido una caída, según fuentes próximas a la investigación. Un guardia civil fuera de servicio pero que estaba de voluntario junto a su perro ha sido quien ha hallado el cuerpo.
La deportista estaba en paradero desconocido desde el pasado 24 de agosto. Ese mismo día, un vecino de Cercedilla vio a Fernández Ochoa dirigiéndose hacia la zona donde hoy ha sido encontrada.
El rastreo, quearrancó el lunes,ha sido el mayor en medios técnicos y efectivos desplegada en la historia de la Comunidad de Madrid. En élhan participado 100 agentes de la Policía Nacional, otro centenar de la Guardia Civil, 25 bomberos, 60 voluntarios de Protección Civil y 11 agentes de la Policía Local.
Además, para las batidas del terreno también se han desplegado drones, helicópteros, perros entrenados para el rastreo de personas y caballería.
El cuerpo de la deportista será trasladado al Instituto Anatómico Forense de Madrid donde se le practicará la autopsia que determinará la causa de su muerte. Y previsiblemente se celebrará un multitudinario funeral en su memoria. “La lástima es que no pueda ver ella lo que la gente la quiere”, decía su hermana Lola estos días, al bajar de rastrear esas montañas que la han visto nacer, crecer y morir.