Ernesto Valverde se encontraba tambaleando en la cuerda floja y el desenlace terminó siendo el que todos esperábamos: debió alejarse de Barcelona.
Los malos resultados y los flojos rendimientos de uno de los equipos más importantes del mundo generaron la decisión de los directivos catalanes.
En primera instancia, Barcelona fue a buscar a Xavi Hernández y Ronald Koeman, pero ambos dijeron que no. Luego sonaron varios nombres importantes.
Los argentinos Mauricio Pochettino, Marcelo Gallardo y Gabriel Milito se perfilaron como opciones, pero el elegido terminó siendo Quique Setién.
Y, a horas de su llegada a Barcelona, el estratega español tomó su primera determinación drástica y sorprendió a todos, pero sobre todo a los jugadores.
Este miércoles, la plantilla iba a tener día libre. Sin embargo, Setién decidió programar un entrenamiento en la Ciudad Deportiva de Sant Joan Despí.