De manera constante nos encontramos con historias que demuestran que la pasión que se vive en el fútbol argentino trasciende fronteras y se transmite por todo el mundo.

Más allá de eso, el caso de Yassine Bounou sin duda entra entre los más llamativos de todos, estando siempre muy vinculado a la cultura del país sudamericano.

Fueron cuatro años, entre 2012 y 2016, en los que fue arquero del Atlético de Madrid B, sosteniendo una excelente relación con los encargados del primer equipo del ‘Colchonero’.

Tanto Diego Simeone como Germán Burgos le pegaron costumbres, el acento y lo más importante que tienen: su fanatismo desmedido por River.

Cuando estuvo en Girona, más de una vez se lo pudo ver con una camiseta de la Filial que el club de Núñez tiene en Marruecos, de donde es él.

¿La frutilla del postre? Viajó a Japón en 2015 para alentar a los de Gallardo en el Mundial de Clubes y hasta nombró a su perro Ariel en homenaje al histórico Ortega. Un crack.