Real Madrid empató 2 a 2 y volvió a eliminar al Bayern Múnich y logró llegar a su tercera final consecutiva de UEFA Champions League.
La polémica se hizo presente en el Santiago Bernabéu cuando, tras un centro de Joshua Kimmich, la pelota rebotó en la mano de Marcelo.
El lateral izquierdo reconoció, en rueda de prensa, que efectivamente el árbitro debería haber sancionado penal: “Muchas veces los árbitros han fallados contra nosotros. Fue una decisión difícil. Si digo que la pelota no me pegó en la mano soy mentiroso”. Mira el vídeo.