La Copa África llegó a su fin este domingo con la final entre dos de los candidatos de la competencia. Dos de las grandes estrellas del torneo llegaron al partido por el título y el trofeo terminó siendo levantado por Senegal, por primera vez en su historia.
El elenco liderado por Sadio Mané se impuso por 4-2 en la definición por penales tras un empate en cero en los 120 minutos. Delante de los campeones estuvo Egipto, que tuvo como gran estrella a Mohamed Salah, la otra figura de Liverpool.
El atacante egipcio no llegó a ejecutar su penal, el quinto en la definición, y se lo vio desconsolado ante la derrota este domingo. Con Gabaski como gran figura bajo los tres palos, los faraones habían ganado otras dos series de penales en este torneo, pero fallaron en la más importante.
Tal como en la previa del partido, antes de que pisaran el césped, Mané y Salah se fundieron en un abrazo luego de la definición. El senegalés se acercó a su compañero, visiblemente golpeado por la derrota, y le dedió algunas palabras que quedarán en su intimidad.