En la final en Camerún, Senegal se consagró campeón de la Copa África por primera vez en su historia, en su tercer intento en la definición, al imponerse en los penales ante Egipto tras un empate sin goles. En marzo volverán a cruzarse por el boleto para Qatar 2022.

 

Tras haber dejado en el camino al local, Camerún, a través de los penales, el combinado liderado por Mohamed Salah buscaba un nuevo título para alejar a su país como el máximo ganador de la competencia. Enfrente, los de Aliou Cisse querían levantar el trofeo por primera vez tras los intentos fallidos en las definiciones del 2002 y 2019.

 

Apenas en minutos de iniciada la final, al elenco senegalés se le presentó la gran posibilidad de conseguir la primera ventaja a través de un penal. Sadio Mané remató con fuerza hacia el centro, pero Gabaski, el héroe sorpresa de Egipto en la copa, adivinó y desactivó la bomba.

El resto de los 90 minutos se desarrolló con ambos equipos intentando atacar, pero sin descuidar sus arcos. Así, el trámite se trasladó hacia el tiempo extra. Aquellos 30 minutos fueron aún más conservadores y la copa pasó a definirse a través de los penales.

Gabaski, héroe de Egipto en las anteriores dos definiciones del torneo, adivinó los dos primeros remates de Senegal, pero no logró atajarlos. Tras aquellas acciones, Mohamed Abdel complicó el trámite para los del norte al estrellar su intento contra el palo, pero el arquero egipcio acertó la trayectoria por tercera vez en el siguiente remate y balanceó la definición. Edouard Mendy sacó a relucir su chapa como jugador de Chelsea, contuvo para dejar al borde de su primer título a Senegal y Mané desató el festejo con un potente remate.