La reciente llegada de Lionel Messi al Inter Miami hizo presuponer que , en el mercado de pases de verano, provocaría el interés de tantos otros futbolistas por acoplarse no solo al elenco de Florida sino también a la Major League Soccer de los Estados Unidos. Sin embargo, también existen casos que prefieren darle vuelta la cara al torneo norteamericano para circular en diferente dirección.
Tal sería el caso de un joven delantero que tiene todo al alcance de la mano para sumarse súbito al equipo que integrará el Campeón del Mundo (por lo menos durante la próxima temporada), pero se habría inclinado por quedarse en un conjunto de mitad de tabla de la Premier League, certamen por excelencia del balompié inglés.
Se trata de Romeo Beckham, hijo menor de David Beckham (y Victoria Adams), cuyo pase pertenece al Inter Miami y que desde enero está a préstamo en el conjunto B del Brentford FC. Conforme a una publicación realizada esta semana por The Mirror, el extremo derecho ya se encargó de hacerle saber a las autoridades de ambas instituciones que desea quedarse en el Reino Unido.
Asimismo, de acuerdo al portal mencionado anteriormente, el consanguíneo del presidente del Inter Miami debería retornar a fines de junio, pues el 31 de mayo finalizó la cesión iniciada oficialmente el pasado seis de enero. No obstante, su deseo es estirar el lazo, por lo menos, por seis meses más, en función de darle continuidad a sus intentos por pertenecer al plantel principal y dar sus primeros pasos en la Premier League.
Los rumores de posibles fichajes del Inter Miami
Varios de los reconocidos como amigos de Lionel Messi ya suenan entre los rumores del mercado de pases para añadirse al plantel principal del Inter Miami de la Major League Soccer de los Estados Unidos. Entre ellos: Ángel Di María, Sergio Busquets, Jordi Alba y Luis Suárez. Salvo el caso del delantero charrúa, que tiene contrato con el Gremio de Porto Alegre hasta diciembre del 2024, el resto está en plenas negociaciones buscando dónde continuar sus carreras, por lo que sus aterrizajes al fútbol de Norteamérica no suena nada descabellado.