Día 10 de agosto y todavía no hay definiciones en el caso de Kylian Mbappé. Hasta entonces, todo sigue igual. Por un lado, el París Saint-Germain, ofendido, se mantiene en la postura de que si el futbolista no renueva su contrato durante la temporada 2023/2024 jugará nada o el menor porcentaje posible para no tener inconvenientes en el plano legal.
Mientras que, por el otro, el Real Madrid se sostiene como el candidato principal a adjudicarse el fichaje a pesar de los rumores del mercado de pases que, como no hay nada concreto, siguen haciendo lo suyo. Ya quedó atrás el intento del Al Hilal de Arabia Saudita, que fue declinado por el propio atacante a pesar de la abultada propuesta económica, y cada tanto aparecen presuntos acercamientos procedentes de la Premier League. Pero por el momento, como se dice, mucho ruido y pocas nueces.
Pero si hay algo que viene dejando claro este extenso cruce de informaciones entre los medios localizados estratégicamente en París y en Madrid a raíz del porvenir de Kylian Mbappé, es que existe una disociación en el fondo de la cuestión que afecta a lo que puede ser el desenlace. En otras palabras, en Francia creen una cosa y en España otra.
En un lugar reportan que la comisión directiva del PSG está convencida de que Mbappé ya tiene resuelta su incorporación a la Casa Blanca, en tanto que en la capital del país ibérico remarcan que no existieron, por lo menos en este libro de transferencias de verano, comunicaciones entre las autoridades merengues y el entorno del protagonista.
Por lo pronto, el capitán de la Selección de Francia se entrena en las instalaciones de la institución parisina apartado del plantel que comanda Luis Enrique y es prácticamente un hecho que ni siquiera formará parte de los convocados para el partido ante el Lorient por la primera jornada de la Ligue 1 a disputarse este sábado 12 de agosto en el Parque de los Príncipes.