La semana de Marcelo seguramente fue una de las peores de su carrera. Es que si bien la peor parte se la llevó, claramente, el jugador de Argentinos Juniors Luciano Sánchez (la rehabilitación que ya encaró le demandará entre 10 y 12 meses y habrá que ver cómo vuelve), el ex Real Madrid se mostró realmente afligido por haber sido el causante de tamaña lesión.
Pero la actividad sigue y el defensor solo pagará la suspensión pertinente a la expulsión que recibió en la Copa Libertadores (es decir, no podrá estar en el duelo de vuelta de los Octavos de Final que el Fluminense encarará este martes ocho de agosto en el Estadio Maracaná ante el conjunto de la primera división de Argentina).
Y en lo que fue su inmediata siguiente presentación a lo que sucedió en el compromiso en el Estadio Diego Armando Maradona de La Paternal, Marcelo fue nuevamente noticia, pero en este caso, por una razón meramente futbolística. Básicamente, como se dice en la jerga, ”se comió” a Endrick, la joya adquirida recientemente por el Real Madrid.
La joven promesa y el experimentado defensa se vieron las caras en el duelo que el Fluminense disputó como local en Río de Janeiro frente al Palmeiras. Endrick, que volvía a participar luego de que inesperadamente el entrenador Abel Ferreira lo apartara en los últimos tres partidos, fue uno de los integrantes de los once titulares del Verdao.
Sin embargo, se lo notó desorientado frente a la férrea marca de Marcelo y fue reemplazado a los 21 minutos de la segunda etapa, instantes después del segundo tanto a favor de Fluminense que, por cierto, se quedó con las tres unidades que se pusieron en juego por un tanteador de 2 a 1 y, de esa manera, escaló a la tercera colocación de la tabla de posiciones del Brasileirao. Por su parte, Endrick, no levanta cabeza luego de que cerró su venta a la Casa Blanca.