Con Lionel Messi como titular, Inter Miami afrontaba este miércoles un nuevo duelo por la fase regular de la MLS. En el debut del argentino en la competencia, el elenco comandado por Gerardo Martino se impuso ante New York Red Bulls para salir del último puesto.

Esta noche, las Garzas debían repetir el cruce ante Nashville, rival al que enfrentaron en la final de la Leagues Cup. Con lo mejor que tenía a disposición, el Tata armó el equipo para salir a buscaron los tres puntos y acercarse más a la zona de playoffs.

En la primera mitad, ambos equipos estuvieron imprecisos, con pocas aproximaciones claras a los arcos rivales. De hecho, Inter Miami se fue al entretiempo sin haber rematado entre los tres palos, un dato que graficó la falta de profundidad del club que manejó el 74% de la posesión.

A 10 minutos del descanso, Messi se enojó con Robert Taylor por la decisión que tomó para culminar una jugada. La Pulga le entregó un pase para dejarlo frente a la defensa y el finlandés, en lugar de devolvérsela al argentino, probó desde afuera del área y su remate se fue por arriba.

Mientras la pelota se elevaba por encima del travesaño, Messi mostró gestos de bronca, golpeándose los muslos y revoleando sus brazos. Luego, miró fijo a su compañero y le dio indicaciones con firmeza, ejerciendo su rol de capitán del plantel.