Tras la decepción del seleccionado ruso en la Eurocopa, la Federación que será organizadora de la Copa del Mundo de 2018 le ofreció al chileno el cargo de entrenador.
Allá por 2012, Rusia eligió a Fabio Capello para que fuera el hombre que empezara a preparar al seleccionado para su tan ansiado Mundial. Sin embargo, la parada previa que se realizó en Brasil en 2014 y la muy mala actuación de sus dirigidos, que sumaron apenas un empate ante Corea del Sur y otro ante Argelia, terminó por romper el enamoramiento con el italiano, quien terminaría dejando el cargo al año siguiente.
Fue entonces que llegó Leonid Slutski, tras una campaña histórica con el CSKA Moscú en Champions League. Pero la suerte no cambió y, cuando el Mundial que la tendrá como sede está cada vez más cerca, Rusia volvió a fracasar en la Eurocopa de Francia, de la que ya se despidió con apenas un punto.
Slutski presentó su renuncia y la golpeada Federación, que también sufrió por el pésimo comportamiento de sus hinchas durante la Euro, se lanzó ya a la búsqueda de un reemplazante capaz de reconstruir al seleccionado. El elegido fue Manuel Pellegrini, quien tras dejar Manchester City ya había sonado en Rusia por el supuesto interés del Zenit en contratarlo.
La oferta multimillonaria que se está preparando y la posibilidad de dirigir en un Mundial nada menos que al anfitrión, son una tentación demasiado grande que el chileno difícilmente pueda rechazar.
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