Aunque su carrera aún no ha terminado, la nostalgia invade a los fanáticos del fútbol al ver a Marcelo Vieira. El lateral izquierdo se mantuvo en la elite del fútbol europeo por décadas y, al final de su etapa como profesional, será recordado seguramente como uno de los mejores de la historia en su posición.
Es que el brasileño fue figura de Real Madrid durante casi todo su paso por el viejo continente y consiguió allí un total de 25 trofeos, entre los que se destacan 5 ediciones de la Champions League. Tras su paso por Olympiacos, para cerrar su ciclo en Europa, se convirtió en uno de los líderes de Fluminense, el club en el que todo inició.
Su paso por el fútbol dejará un gran recuerdo entre los futboleros y aquellas memorias son también las que inspiran al jugador a perpetrarlas en la piel, aunque sus tatuajes reflejan recuerdos que también forman parte de su vida fuera de las canchas.
Entre sus tatuajes más curiosos está el Volkswagen Beetle que tiene en su brazo. El coche, más conocido como ‘Escarabajo‘, es una memoria de su abuelo Pedro, propietario del vehículo con el que llegaba a sus primeros entrenamientos en el combinado carioca. “Significa mucho para mí. Muchas cosas vividas en él“, contó el futbolista sobre su abuelo.