Existe un plan para remodelar y construir un nuevo estadio para Manchester United, pero para que eso sea factible, una de las principales opciones que manejan en la dirigencia de los Red Devils, es derribar el mítico Old Trafford.

La idea es reconstruirlo desde cero, es la opción más drástica. Las empresas que buscan adjudicarse la obra, han planteado tres alternativas, y la demolición del actual estadio, y mudar al Manchester United a otro escenario en la ciudad por dos años para la construcción de una nueva Arena, es la opción que parece más factible para los ingenieros.

Foto actual de Old Trafford (Getty)

El club ha sido acreedor de terrenos en los alrededores de Old Trafford, lo que le permite pensar en un estadio más cómodo para sus aficionados a futuro. Por eso, se analizan las propuestas para la reconstrucción o remodelación del estadio que ya trae varios problemas a la institución por su vieja estructura.

Una de las otras dos opciones que se están considerando es reconstruir y extender la capacidad desde la parte sur del estadio hacia las vias del tren aprovechando los nuevos terrenos. Una figura que fue casi prohibitiva durante años, pero que ahora, con los nuevos terrenos, es factible.

La otra opción, es dejar el estadio estructuralmente intacto pero realizar una remodelación integral de las áreas de espectadores y corporativas en los cuatro costados.

Actualmente, la renovación de la tribuna sur atrae más a los propietarios del club, la familia Glazer, y como tal es la opción más probable. Y sería la menos crítica para los aficionados. United ha dicho que preferiría una reconstrucción por etapas de Old Trafford, sin afectar el aforo total para que el equipo siga siendo local en su estadio mientras duran las obras.

La opción de demoler el estadio de 112 años es real y forma parte de las propuestas que los arquitectos e ingenieros que han estado analizando mientras pujan por el contrato para llevar a cabo la obra. Quizás el mayor obstáculo para que el United juegue en un estadio completamente nuevo, es que el equipo tendría que encontrar otro lugar para jugar durante dos años mientras se construye. En Manchester no existe un estadio con capacidad para esto, salvo el Etihad, que le pertenece al City y parece descabellada la idea de alquilar el estadio del rival de toda la vida.

Foto de 1966 Old Trafford (Getty)

United prometió consultar a los aficionados durante todo el proceso y la directora de operaciones, Collette Roche, dijo en un foro de aficionados en diciembre que se estaban considerando varias opciones: “Estas reuniones han producido interesantes ideas potenciales, aunque es importante tener en cuenta que todavía estamos en una etapa temprana y es prematuro hablar sobre calendarios”. Se espera un anuncio sobre el nombramiento de la empresa responsable de las obras y las decisiones finales en los próximos meses.