César Azpilicueta es el objetivo del Barcelona para reforzar su defensa en la próxima temporada, pero no va a ser fácil sacarle de Londres. Chelsea cuenta con una cláusula unilateral para renovar el contrato de su capitán sin la necesidad de llegar a un acuerdo con este y desde las oficinas del Camp Nou analizan otras vías para concretar su llegada.

La última línea de los Culés será el gran objetivo a potenciar en el próximo mercado. Si bien hay más que confianza en el rendimiento de Ronald Araújo y Gerard Piqué, Barcelona busca efectivos que completen una zona del campo donde Eric Garcia, Clement Llenglet y Samuel Umtiti no han alcanzado de momento los objetivos que se ponían sobre cada uno. Azpilicueta es el elegido para acompañar a los titulares.

 

Pero no será fácil sacarle de Londres, pues el contrato de Azpilicueta cuenta con una cláusula unilateral por parte del club para renovar su vínculo por otros 12 meses. El capitán del Chelsea se ha convertido en uno de los pilares del equipo de Tuchel, quien ha pedido expresamente su continuidad ante las posibles bajas de Antonio Rudiger y Andreas Christensen.

¿Dinero de por medio?

Mundo Deportivo asegura que tanto Azpilicueta como Barcelona trabajan de lleno para destrabar la situación. Saben que no podrán hacer mucho si Chelsea ejecuta dicha cláusula, por lo que por medio del diálogo de quien ha sido durante 10 años el dueño de la banda derecha de Stamford Bridge o una compensación económica, esperan que todo llegue a buen puerto.

Barcelona le ofrecerá a Azpilicueta dos años en el Camp Nou y si bien de momento no habría problemas para asumir el sueldo del navarro en la Premier, en Cataluña son conscientes que solo por medio de un acuerdo con Chelsea, estos van a liberar al capitán que levantase la Champions League en Porto meses atrás.