En Etihad Stadium se jugó uno de los partidos más emotivos de la semana, Manchester City no pudo sostener su amplia ventaja en Premier League y cayó derrotado por Tottenham, que tuvo a un soberbio Harry Kane para anotar dos goles, el último ya en tiempo de adición y sellar el el 2-3 final.

Pero no solo fue la figura de Kane, desde el inicio del partido, Kulusevski mostró por qué lo pidió Conte. El sueco abrió la cuenta tras la primera exhibición de velocidad y destreza de Son, que fue otro punto alto en el partido, su asistencia para el primer tanto fue el primer paso del triunfo de los Spurs. Que se vio amenazada por el empate de Gündoğan a la media hora de partido, empate con el que se fueron al descanso.

Al volver, en el complemento comenzó el show de Harry Kane, su primer gol nace en la segunda asistencia del coreano, Son y el servicio perfecto para que el goleador haga lo que más sabe. Ampliaba la cuenta, y unos minutos después marcaba el tercero, pero todo fue invalidado por la posición de Kulusevski, por eso hubo suspenso hasta el final.

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Más aún cuando Cuti Romero decidió ir al piso en el área, ya sobre los 90 minutos y tocó la pelota con la mano, claro penal que tuvo que ser ratificado por el VAR y que Mahrez cambió por el segundo tanto para poner de nuevo todo igualado a los 92.

El partido entró en una vorágine de presión, nervios y descontrol, el juez dio siete minutos de adición, y Harry Kane tenía algo más que contar en el partido. A los 95 puso la cabeza de nuevo para empujar la pelota y volver a darle la ventaja a los Spurs, ese fue el golpe decisivo en el juego.

Ya no hubo tiempo para más, Manchester City dejó escapar su gran ventaja en las posiciones, Liverpool comineza a asomarse, a seis puntos y con un partido menos, donde además existe un duelo entre ambos en el calendario parece encaminar la lucha de la Premier League en ese mano a mano entre Pep y Klopp. Pars los Spurs, ganar era vital, tiene tres partidos menos y se puso solo a cuatro puntos del United y el último cupo a Champions.