Hay que viajar en el tiempo hasta septiembre de 2020, cuando los grandes del viejo continente peleaban por llevarse a Kai Havertz, la gran promesa alemana, un joven que debutó en Bundesliga para Bayer Leverkusen con tan solo 17 años. En ese instante donde apareció la amplia billetera del Chelsea y Roman Abramovich, poniendo sobre la mesa algo más de 80 millones de euros para asegurar a la gran promesa alemana.
En dos años vistiendo la camiseta Blue, Havertz ha sumado muchas más críticas que elogios, esa gran inversión inicial y su astronómico salario que ronda los 18 millones de euros anuales, no hay ido tan conectados con los resultados que esperaban los hinchas semana a semana. Havertz apenas sumas una decena de goles en los torneos que disputa en Europa e Inglaterra.
Pero si son pocos e importantes, valen mucho, se ha convertido en el jugador de los goles claves, Chelsea se ha consagrado campeón de la Champions League con un solitario gol de Havertz, y ahora suma su primer trofeo como campeón del mundo, con otro gol de Havertz.
Tras ganar la Champions, Havertz declaró, respondiendo a las críticas: "Me importa una mierda lo que he costado, porque somos campeones". Entre ambas competencias, Chelsea ha sumado más de 87 millones de euros en premios, cubriendo por completo el monto inicial de la transferencia de Havertz, al que aún le quedan tres años de contrato, en el que Chelsea deberá seguir pagando su salario, pero con el que sabe que ya hizo un negocio redondo, no todos los días un futbolista, con solo dos goles, te devuelve lo invertido en él.