En un apasionante Clásico de Manchester en Old Trafford, Manchester United encontró un triunfo agónico, polémico, pero importantísimo en la lucha por la Premier League, es que el City ganaba por 1 a o y tras una jugada con mucha polémica el United empató y terminó dándole vuelta el partido para ganarlo 2 a 1.
Tras un primer tiempo sin muchas emociones y con los dos equipos más metidos en neutralizar al rival que a generar situaciones propias, el Manchester United pareció mejor parado hasta la lesión de Rashford, sobre el final del primer tiempo parecía que el inglés no volvía, pero volvió en el segundo tiempo y fue decisivo.
Porque en la segunda parte, Pep Guardiola logró imponer condiciones, encajonó a la idea de Ten Hag y logró abrir la cuenta con una variante nacida en al cabeza de Pep, Grealish ingresó y al minuto anotó el primer gol del partido con un pase excepcional de Kevin de Bruyne a los 15 minutos.
Y cuando mejor estaba el City, llegó la polémica, el gol de Bruno Fernandes, tras un pase que era para Rashford que estaba adelantado, y persiguió la pelota, sin embargo no tocó el balón y fue el portugués que definió para empatar el juego, sacados con la decisión del árbitro en el City no encontraron reponerse.
Garnacho, ya en la cancha desbordó y centró para que Rashford defina el segundo gol del partido a los 82 minutos de un partido increíble, digno de un juego de Premier League y digno de un derbi de Manchester que acomoda a los Red Devils a un punto de los Cityzens en las posiciones, y un empate del que puede sacar rédito Arsenal en la cima, mientras los de Manchester pelean el segundo lugar.