Por la fecha 22 de la Primeira Liga, Porto, lider de la competencia, recibió el viernes a su escolta, Sporting de Lisboa en elEstádio do Dragão. Un cruce más que caliente, no sólo por la importancia de los puntos, si no porque se trata de un clásico en aquel país.

Goles deNuno Santos y Paulinho adelantaron por 2-0 a la visita en la primera mitad, pero los dirigidos por Sergio Conceição reaccionaron antes del entretiempo con el tanto deFabio Vieira. Sobre el cierre, el iraníMehdi Taremi convirtió el 2-2 definitivo.

El resultado le servía más a los locales y el nerviosismo se incrementó en los últimos minutos. Forcejeos entre todos los futbolistas, dirigentes y los cuerpos ténicos se pudieron ver durante los minutos de adición e incluso varios golpes y patadasentre los protagonistas.

El árbitro João Pinheiro, cuando se calmó la situación, decidió expulsar a dos futbolistas por bando. Tábata y João Palhinha vieron la roja en el elencode Lisboa, mientras que Pepe y Agustín Marchesín fueron obligados a abandonar el campo en el local.

Pero la historia no terminó en la cancha. Según informó el medio portugués A Bola, Pepe, el exhombre de Real Madrid, fue acusado de esconderle al árbitro una bala que cayó desde la tribuna ocupada por los hinchas de Porto. Los futbolista de Sporting se dieron cuenta en el momento y lo presionaron para que la mostrara. Ahora, el defensor central se enfrenta hasta a dos años de suspensión por el hecho, a días de cumplir 39 años.