Aquel Dinamarca vs. Finlandia del 12 de junio de 2020 estuvo a punto de convertirse en tragedia. Christian Eriksen caía al suelo de manera repentina mientras sus compañeros rodeaban al jugador del Inter de Milan de la Serie A y todo el planeta observaba sin poder abrir la boca. El paro cardiaco sufrido por el nórdico quedó grabado en la memoria de todos pero 173 días después, llegan las buenas noticias para el volante.
Eriksen ha sido arropado por el mundo del fútbol desde entonces. A los incontables mensajes de apoyo durante la Eurocopa se sumaron FIFA, Inter y la selección de Dinamarca con el objetivo de cuidar a un futbolista que a sus 29 años tenía más que complicado volver a poder competir de manera profesional. Un desfibrilador fue instalado en su corazón en los últimos meses, hecho que de momento no le permite jugar en la Serie A gracias a las regulaciones del Calcio.
Si bien FIFA se encarga de momento de su sueldo al haber caído lesionado en una competición oficial del máximo ente de este deporte, Eriksen sabe que tarde o temprano tendrá que abandonar un Inter donde le buscarán destino en una liga que le permita ejercer su profesión con un desfibrilador en el corazón. La Eredivise se muestra como la mejor opción y mientras espera por novedades, el danés le saca a todo el mundo del fútbol una sonrisa.
Vuelta a los inicios
Odense BK fue el primer club de un Eriksen que ha regresado a casa para volver a sentirse jugador. 173 días después de aquel infarto por la Eurocopa, el danés se ha entrenado nuevamente en un campo de fútbol. Desde la entidad se mostraron contentos con volver a verle sobre el césped y anunciaron que podrá quedarse ahí mientras las autoridades italianas buscan una solución a su caso.
“Se acercó a nosotros y ahora está entrenando solo. Es natural para él, ya que jugó aquí en su juventud y vive a la vuelta de la esquina. Estamos muy contentos de poder brindarle instalaciones de entrenamiento”, ha comentado un portavoz del club. El mundo del deporte festeja y 173 días después, Eriksen vuelve a sentirse futbolista.