El cierre de la jornada 30 de la Premier League fue con un verdadero partidazo. Dos de los grandes del fútbol inglés se midieron con puntos importantes en disputa. El resultado acompañó a la expectativa, pero lo que resuena tras el duelo no son los goles.
En Anfield Road, Liverpool y Arsenal se repartieron los puntos con un eléctrico 2-2. Los Gunners, que están ubicándose en la cima, se habían adelantado con los goles de Gabriel Martinelli y Gabriel Jesús, pero el local rescató la igualdad de la mano de Mohamed Salah y Roberto Firmino.
Al finalizar la primera parte se vivió un escándalo cuando Andrew Robertson se acercó a uno de los árbitros para reclamar por una jugada. Constantine Hatzidakis, el juez de línea, se lo sacó de encima con un codazo al mentón que dejó estático al escocés.
Tras un par de segundos, el latera del Liverpool reaccionó y persiguió sobre el campo a Hatzidakis, señalándole de forma incrédula a él, a sus compañeros y al resto de los árbitros su mentón. PGMOL, que organiza al arbitraje en Inglaterra, abrirá una investigación sobre el juez de línea involucrado.