La Copa América 2024 que conquistó la Selección Argentina no solo fue el bicampeonato para un ciclo plagado de éxitos como el de Lionel Scaloni, sino la confirmación de que los hinchas de la Albiceleste pueden estar tranquilos de cara al futuro con el recambio generacional.
Ángel Di María le puso fin a su carrera como futbolista de selección y Lionel Messi ya no quiere proponerse objetivos de largo plazo sabiendo que no le quedan muchos años de trayectoria en el fútbol. No obstante, más allá de la tristeza y la nostalgia que puedan generar sus retiros, Argentina ya le abrió paso a una nueva camada en esta Copa América.
Lo dijo el propio Alejandro Garnacho: el próximo objetivo es ganar el título continental pero con él como protagonista y figura. A eso apunta este plantel que, en pleno Mundial de Qatar, encontró en Enzo Fernández, Alexis Mac Allister y Julián Álvarez, entre otros, sangre nueva y de absoluta jerarquía para imaginar en grande en el futuro inmediato.
El recambio es sólido, interesante… hay muchas variantes. Hoy Scaloni dirige a uno de los mejores planteles del mundo, todavía con hambre de títulos, y piensa seguir conduciéndolos por un tiempo más mientras los nombres siguen pasando.
Sin ir más lejos, en los Juegos Olímpicos que se vienen habrá lugar para que grandes joyas y talentos argentinos puedan brillar con la posibilidad de dar el salto a la Mayor en el corto plazo.
Atrás quedó la exigencia desmesurada y la época de sequía de títulos en Argentina, una selección que vive el presente como ninguna otra y que tiene material para ilusionarse con todos los desafíos que le tiene preparado el deporte rey.