Después de haber sufrido una contundente derrota en su visita a Fortaleza, Boca Juniors quedó en jaque y sin margen de error en el marco del Grupo D de la presente edición de la Copa Sudamericana. Y, con la premisa de sumar tres puntos realmente vitales, el elenco Xeneize se trasladó hasta el territorio paraguayo para jugar ante Sportivo Trinidense con el arbitraje del chileno Cristian Garay.
Es que, este miércoles, por la cuarta fecha de la fase de grupos del mencionado certamen continental, el equipo comandado estratégicamente por Diego Martínez, que además viene de sufrir un trago amargo como consecuencia de su eliminación en la Copa de la Liga Profesional, se encontró frente a frente con el también necesitado elenco paraguayo.
Cabe destacar que se trató de un encuentro absolutamente trascendental para el futuro de ambos equipos en la competición debido a que los de La Ribera acudieron a este partido con cuatro unidades cosechadas mientras que la formación paraguaya lo hizo después de haber sumado solamente tres puntos en la Sudamericana.
Y, tal como se imaginaba, tuvo lugar un trámite de alto voltaje. Brian Andrada puso en ventaja al local a los 44 minutos del primer tiempo pero un rato más tarde vio la tarjeta roja y complicó la historia. Así las cosas, Boca terminó aprovechando la superioridad numérica y se impuso por 2-1 con tantos de Nicolás Figal (69′) y Edinson Cavani (92′).