En las últimas semanas, trascendió una noticia que revolucionó al mundo del fútbol y causó revuelo mediático por doquier. En Argentina, como sabemos, este año se optó por tener dos torneos de primera división en un año, divididos en Apertura y Clausura en formatos de copa. Y según se conoció, en Francia evaluaban tomar la misma medida con la Ligue 1, convirtiendo su liga en una copa que se divida a la mitad para luego tener su instancia de playoffs.
El objetivo, en este caso, es distinto. Por un lado, en Argentina se optó por este formato por la cantidad de equipos que militan la primera división (¡30!), mientras que en tierras gala lo pretenden como idea para intentar que se abran más posibilidades a otros clubes de ganar el certamen, ya que el PSG posee un dominio absoluto de la Ligue 1 en los últimos años y quieren que el campeonato sea más competitivo.
Esto abrió la duda a qué tipo de torneo es mejor. Si uno como el argentino, que facilita a que existan batacazos como el actual de Platense, en el que pudo eliminar a tres de los cinco grandes en condición de visitante y se metió en la final del Torneo Apertura, o si un formato liga que suele darle más lugar a los grandes de ganar los títulos.
La realidad es que no tener una liga en un país es vergonzozo. Sin desmerecer a Platense, que realizó un campañón y se merece estar ahí, cuesta creer que estos torneos valgan lo mismo que uno en el que te enfrentás todos contra todos para salir campeón.
Tener una liga no te deja fuera de organizar estas competencias. En Inglaterra está la FA Cup, la Carabao Cup y la Premier, por ejemplo. Y conviven en armonía… En Francia no copian a la Argentina con el formato del torneo. Nadie lo hace. Y este formato no es algo digno de admirar.







