“Sí, es mi letra. Mi fea letra. Me gusta explicarlo así, con los números”, así reconoció Lionel Scaloni la hoja que utilizó para definir cómo se iba a parar la Selección Argentina ante Francia. A 5 meses de la obtención de la Copa del Mundo, el DT habló con FIFA de cómo planificó aquel encuentro y advirtió: “Igual lo minimizo, eh. Porque si cuento todo, estamos al horno…”.

La hoja es clarísima. Nada de nombres, sólo números de camiseta para mostrar sobre qué jugadores tenía que estar cada campeón del mundo. Con Giroud, Otamendi; con Griezmann, Mac Allister; con Tchuameni, Julián Álvarez. A Mbappé lo tomaba Molina, pero bien cerca estaba Cuti Romero -liberado- para doblar esa marca. También estaba atento De Paul, que cubría la salida de Hernández. ¿Messi? Cerquita de Upamecano…

“Desde el momento en el que Francia le ganó a Marruecos, nosotros teníamos claro que Di María iba a jugar por izquierda”, aseguró el DT, que agregó: “No se lo dijimos a ellos hasta antes del partido. Eso fue la clave, porque no le dimos ventajas a nadie. Hoy en día se sabe todo y eso podía ser contraproducente”.

También habló del golazo del 2-0: “Fue un poco la imagen de lo que queríamos, estar agazapados cuando ellos la tenían, que era lo que se había planteado y si la recuperamos, terminar por el lado de Di María”.

“Siempre Julián estaba pendiente del volante central, dejando a Leo un poco más libre. En esa jugada fue clara porque fue una pelota de Nahuel a Alexis, que estaba centrado y casi sin mirarlo ve a Leo de espaldas. Julián hace un movimiento para afuera y aparece Ángel del otro lado libre, que era lo que buscábamos”, expresó Scaloni.

Además, argumentó que lo que buscaban con Di María era “que no tenga la necesidad de bajar a defender con Dembélé. Primero porque no es lo suyo, su característica, y segundo porque tenía que estar fresco para atacar continuamente a Koundé”.

También dio detalles de cómo intentaron frenar a Mbappé, un plan que salió a la perfección hasta el minuto 80. “La idea siempre fue que cuando reciba él, tuviera uno o dos jugadores cerca. A estos jugadores no tenés que darle un metro. La idea era que él no recibiera de frente. Por más rápido que sea un jugador, si está de espalda, hay que presionarlo. No hay que darle respiro porque tiene que girarse”.

“Recibió muy pocas veces de frente y la que recibió nos hizo daño, pero la idea era siempre que cuando esté de espalda que vaya (el defensor), no mirar para atrás”, explicó el campeón del mundo. Clarísimo.

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