Sufriendo, con la calculadora en la mano y gracias a una ayuda desde el otro partido del grupo A, la Selección Chilena clasificó a los octavos de final del Mundial Sub 20.
El equipo dirigido por Nicolás Córdova llegaba a esta instancia con el destino en sus manos. Un empate era suficiente para, al menos, optar a ser segundos del grupo y clasificar a los octavos de final.
La fiesta que estaba preparada con tanto anhelo se transformó en una noche de incertidumbre: un gol en el último suspiro del partido de Los Faraones significó una derrota por 2 a 1, pero finalmente la Roja pudo finalizar en la segunda posición por conducta deportiva y recibir menos tarjetas amarillas en el certamen.
Ahora, la escuadra nacional deberá esperar por su rival en la siguiente fase, que podría salir entre México, Brasil o España.
