A priori se veía imposible. Chile con apenas 10 puntos recibía en el Estadio Nacional a un equipo lleno de confianza como la Argentina campeona del mundo que lidera sin esforzarse mucho las Eliminatorias Sudamericanas 2026.

Pero lo vivido en esta noche fría de junio no fue más que un baño de realidad con el equipo de Lionel Scaloni dominando desde el primer minuto a una escuadra nacional que se veía frágil en la última línea.

La Roja se ilusionó cuando apenas el reloj marcaba dos minutos: un remate de Alexis Sánchez, recto y sin tanta potencia fue atajado por el sobrevalorado Emiliano Dibu Martínez.

Chile no lograba tener el balón y daba la sensación que los trasandinos en cualquier momento apurarían las acciones y harían daño. Fue lo que pasó (15′) cuando Thiago Almada avanzó con pelota dominada para filtrar un balón entre Guillermo Maripán y Francisco Sierralta para que Julián Álvarez defina con clase ante la salida de Brayan Cortés.

Giuliano Simeone pudo cerrar el partido minutos después, pero definió mal, por suerte. Arturo Vidal se ganó una tarjeta amarilla por su batalla personal con Rodrigo de Paul, lo que traerá consecuencia porque no podrá jugar ante Bolivia.

El primer tiempo terminó con nuevas opciones para Argentina en los pies de Almada y Simeone. Cuando terminó el primer tiempo, Vidal siguió discutiendo con el guaripola de Messi, De Paul.

Julián Álvarez marcó el único gol del partido

Chile mejora en el segundo tiempo

Ricardo Gareca corrigió el papelón de poner a Felipe Loyola como lateral derecho, al mandar a la cancha a Fabián Hormazábal para ocupar la banda y así pasar al volante de Independiente al sector de la cancha donde viene rindiendo.

También ingresó Javier Altamirano y salieron Arturo Vidal y Vicente Pizarro. Los cambios le dieron un mayor volumen de juego para Chile.

A los 59′ Lucas Cepeda pudo marcar el empate pero el arquero argentino a diferencia de lo que pasa todos los fines de semana en la Premier League, estuvo atento para ahogar el grito de gol chileno.

Cuatro minutos después, un remate del mismo Cepeda dio en un jugador argentino y el balón caprichosamente dio en uno de los palos trasandinos.

Y para finalizar las opciones de gol que tuvo La Roja en el partido, fue el mismo delantero de Colo Colo que apareció en el segundo palo argentino después de un centro de Gabriel Suazo, pero elevó su remate en inmejorable posición.

Chile terminó el partido dominando y metiendo en su campo a la campeona del mundo, pero no le alcanzó. Una derrota digna, pero un premio de consuelo que nadie quiere.