Si el equipo jugara bien…
Por Pablo Aravena
Y eso ya es una gran noticia para los seguidores azules.
El técnico uruguayo Diego López, quien este lunes 22 cumplió 48 años, logró su tercera victoria en once partidos dirigidos.
Balance pobre. Discreto. Y además hay un detalle tenebroso: En el torneo local solo suma un triunfo en siete partidos (con dos empates y cuatro derrotas).
Sus otras dos sonrisas son con General Velásquez (elenco de la Segunda División) y el de este lunes ante Cobresal.
Poco.
En los cuartos de final de la Copa Chile habrá que enfrentar a Universidad Católica, si es que la ANFP confirma la victoria de la UC ante Audax Italiano en medio de un escándalo de violencia.
Ahora, una de las cuestiones que queda en el aire tras la clasificación en Valparaíso es la frase de Michele Fini, el ayudante técnico de Diego López. “Hoy lo importante era ganar. No fue un partido lindo”, aseguró el italiano. Es decir, ayer había que dejar de lado el “fútbol bonito” para enfocarse en la importancia de los puntos. Lo extraño es que, salvo algunos momentos, la U no suma ningún “partido lindo” bajo el mando del uruguayo López. Y, con estadísticas en la mano, tampoco se ve un sello resultadista que rubrique esta idea.
Ahora viene un duelo clave. El clásico ante Universidad Católica podrá ser un momento de inflexión. Para bien o para mal. Porque una victoria será fundamental para que el derrotero tenga un poco más de calma. Pero una caída dejará al equipo en zona peligrosa, o quizá en puesto de descenso directo, y con un pleito decisivo ad portas: con Coquimbo Unido.
Entre tanta tensión, la pregunta es obvia: ¿La U mejora?
No se ve un avance significativo. El megagolazo de Darío Osorio -propio de su jerarquía, impropio de este partido- dio aire, en medio de las dificultades que impiden observar una buena estructura. Lo curioso, aunque en este club es habitual, el pleito sabatino viene cargado de ilusión. Volver al estadio Nacional, con miles de hinchas en las tribunas, felices por la clasificación copera y soñando con ganar al clásico rival parece la mezcla ideal. Si el equipo jugara bien sería perfecto.