No hubo que esperar mucho tiempo para tener el bombazo de la semana. Apenas comenzado el lunes, el Diario Récord hizo estallar todo gracias a la tremenda columna de Ignacio Suárez.

 

El Fantasma denunció públicamente una situación de acoso que se dio en el Club Universidad Nacional y que involucra directamente a una de las joyas de las Fuerzas Básicas: Marco Antonio García.

El periodista eligió no exponer a la víctima y no reveló su nombre. Se trata de una chica que estaba en su cuarto año de trabajo en Pumas y teniendo una carrera en ascenso en la Coordinación de Desarrollo Organizacional del Club. 

 

"Muchos de los que mandaron este comunicado de Pumas, conocieron perfectamente su caso y la manipularon, la presionaron, la engañaron, la dejaron sola hasta que terminaron 'liquidándola' para NO complicarle la carrera a un brillante canterano", escribió Suárez por el post de arriba.  

El problema inicia cuando, al no tener un buen resultado con el sistema de bachillerato en línea para los jóvenes de las Fuerzas Básicas, deciden que la víctima diera clases presenciales a los chicos. 

 

 

Al notar un comportamiento extraño de los jugadores en una de estas clases, la damnificada le pidió a Marco García que le muestre su celular y ahí se encontró con algo terrorífico: le había tomado fotos de sus partes íntimas de manera clandestina.

Además, no solo eran imágenes de ese momento. La habían estado acosando de esta manera durante varios días en los que ella llevaba una falda, por lo que aprovechaban para poner el celular en algún ángulo favorable a la situación. "Él se acercaba a mí o en mi escritorio, para decirle que le explicara sobre algún tema y mientras lo hacía, el colocaba el teléfono abajo y tomaba las fotos o video sin que me diera cuenta. Luego supe que lo compartía con todos sus compañeros por WhatsApp o el Messenger de Facebook", mencionó la chica.

Luego, confesó: "Fue tan tonto o tan cínico, que en una de tantas fotos que me tomó, salía también su cara. ¡Me tomó fotos íntimas y él aparecía! Esto era una prueba contundente, me enfurecí y con el teléfono de Marco García en la mano, bajé para ir a la dirección de Fuerzas Básicas".

Ahí fue cuando decidió contar todo esto en la Dirección de Recursos Humanos y recibió el "apoyo" de Irma Manrique, quien se quedó con el teléfono para guardar la evidencia.

Obviamente la intentaron calmar y le aseguraron que "levantarían un acta administrativa que diera fe de los hechos". El tema llegó al director de administración y finanzas, Gustavo Martínez, que le confirmó el tema del acta y le pidió tranquilidad, serenidad y paciencia.

El problema fue cuando la víctima quiso saber si había avances sobre el tema. Irma Manrique le informó que "había recibido la instrucción que se borraran todas las fotos del celular de Marco García". Por lo que borraron toda evidencia que perjudicaba al futbolista.

Para intentar calmar las aguas, le dijeron: "No te preocupes. Al jugador se le va a castigar, se le va a suspender dos semanas". Sí. Dos semanas de suspensión.

Luis de Buen, director de la rama femenil, le sugirió a la joven "mejor usar pantalones para ir a trabajar y vestirse menos cachonda". Así es, le tiraban la responsabilidad de lo que había sucedido a ella y su forma de vestirse.

Además, la reemplazaron en las clases con dos profesores de género masculino para no tener más problemas de este tipo. No solo esto, si no que cuando García debutó con el primer equipo, a la chica la llamaron de Recursos Humanos para comunicarle que iban a prescindir de sus servicios. 

"Que denuncien, pero ante las autoridades, que NO permitan que las manipulen, que las engañen con promesas de justicia interna, que nuestra dignidad como mujeres vale mucho más que cualquier trabajo. Que NO se queden calladas como lo hice yo, porque me utilizaron, me faltó experiencia y me echaron cuando fui desechable ¡Vayan a las autoridades! ¡Denuncien, la dignidad NO tiene precio!", declaró la víctima a Suárez dejándole un mensaje a todas aquellas mujeres que pasen por este tipo de situaciones.