Ya se había cruzado la barrera de la mitad del primer tiempo en el encuentro entre Perú y Dinamarca, correspondiente al Grupo C de la Copa del Mundo de Rusia 2018, cuando tuvo lugar la primera incidencia importante.

Es que Jefferson Farfán, uno de los jugadores encargados de la generación y culminación de los avances del elenco comandado tácticamente por Ricardo Gareca, se vistió de destructor y sacó a un rival del partido.

¿Qué sucedió? El experimentado artillero sudamericano le propinó una dura infracción a William Kvist, veterano volante de la formación europeo, que terminó abandonando el campo de juego muy dolorido.

Cuando transcurrían jugados 36 minutos de la primera parte, el mencionado Kvist se retiró del verde césped dejándole su lugar a Lasse Schoene.