No se puede negar que como promotor Don King ha sido muy importante en el desarrollo de la carrera profesional de Julio César Chávez, considerado por una amplia mayoría como el mejor boxeador mexicano de todos los tiempos, habiendo logrado coronarse como campeón mundial en tres divisiones de peso diferentes.
Fue de la mano del excéntrico empresario, que durante muchos años llevó también la carrera de Mike Tyson, que El César comenzó a plantar la bandera de su boxeo en los Estados Unidos durante la segunda mitad de la década del 80. Incluso con él cerró una de las peleas más importantes de su carrera, ante Meldrick Taylor en 1990, en el Hotel Hilton de Las Vegas.
De la palabra de otro promoor que trabajó junto a Chávez como Bob Arum se desprende, sin embargo, que Don King muchas veces destrató al mexicano, a quien solo lo veía como una máquina de generar dinero.“Hizo muchísimo dinero gracias a Chávez, pero realmente no se preocupaba por él como peleador“, dijo este en diálogo con otro excampeón mundial mexicano como Érik Morales.
“Cuando Julio se acercó a nosotros al final de su carrera, nos hicimos amigos y ganó mucho dinero”, continuó contándole el hombre fuerte de Top Rank. Y agregó:“Desde el principio yo siempre he querido a mis peleadores y tengo una relación buena con ellos. No sé si fue porque mi primer peleador fue Ali, pero así he sido durante toda mi carrera y dudo que King haya sido así”.