Saúl El Canelo Álvarez se ajustó al contrato firmado y por más ganas que tenía de tener revancha inmediata ante Dmitry Bivol aceptó involucrarse en la trilogía de combates ante Gennady Golovkin, que terminará por concretarse el próximo 17 de septiembre en la T-Mobile Arena de Las Vegas.

Antes de eso le hizo saber a Eddie Hearn, de MatchRoom Boxing, que luego de cumplir el compromiso asumido esperaba que le permitiera volver a enfrentarse a Bivol, algo que cada vez parece más improbable teniendo en cuenta que el ruso tiene otros dos desafíos por delante: la defensa ante Gilberto Ramírez ordenada por la AMB y la defensa ante Joshua Buatsi que quiere celebrar en el Reino Unido el propio promotor británico.

Difícilmente Canelo quiera permanecer tanto tiempo sin pelear hasta poder tener su desquite con Bivol y entonces es oportuno analizar otras peleas en las que podría involucrarse después de pelear con Golovkin, pensando siempre en que sea él quien resulte ganador ante el kazajo.

Lo más lógico sería que vuelva a defender el campeonato mundial indiscutible de peso súper mediano ante alguno de los grandes campeones mundiales de las 160 libras que estén deseosos de subir de división. Entre ellos, el combate más atractivo sería ante Jermall Charlo, campeón del CMB.

Siguiendo con esa línea, otra opción que se le podría plantear al tapatío es recibir en las 168 libra sa Demetrius Andrade, campeón mundial de peso mediano de la OMB que ya dijo que quiere subir de peso por no encontrar en su actual categoría las peleas que desea concretar. También David Benavídez, que hace tiempo lo viene persiguiendo, podría ser finalmente una opción.

Y no hay mucho más, porque los otros desafíos atractivos para el Canelo parecerían estar en el peso semipesado, pero no es probable que vuelva a subir a la división si no es para tener primero su revancha ante Bivol.