Hace dos años atrás, la opinión era casi unánime: Vasyl Lomachenko, que ostentaba todavía los títulos mundiales de la AMB y la OMB, parecía no tener oposicón en una división de peso ligero que tenía además a Teófimo López como monarca de la FIB y a Devin Haney como dueño del cinturón del CMB.

Pero al ucraniano le tocó sufrir una inesperada derrota ante Teófimo en la pelea de unificación de títulos mundiales. Derrota que todavía hoy continúa diciendo no haber merecido, aunque su actuación en los primeros seis asaltos del combate no fue buena y bien puede haberle valido la derrota en las tarjetas pese a tener un gran cierre.

Lomachenko regresó a los cuadrilátertos, ya sin cionturones, con buenas actuaciones anteMasayoshi Nakatani (TKO9) y Richard Commey (UD). En el camino, vio a George Kambosos arrebatar a Teófimo López los cinturones que este le había quitado a él; y luego a Devin Haney derrotar a Kambosos, en dos oportunidades, para volverse campeón mundial indiscutible de peso ligero.

Este último sábado, el ucraniano enfrentó a Jamaine Ortiz en el Madison Square Garden buscando una victoria que lo catapultara a esa pelea por los cuatro cinturones que ostenta Haney. El triunfo lo consiguió, pero la manera, una decisión unánime en la que los jueces lo valoraron por encima de lo que ofreció, no hace pensar que pueda destronar al estadounidense.

“Lomachenko ya no es el mismo”, dijo Jorge Linares, excampeón mundial que fue derrotado por el propio Loma, tras ver la pelea. “No fue una de sus mejores actuaciones”, apuntó el propio Haney, presente como invitado de lujo en el Madison Square Garden. “Así, Haney se devora a Lomachenko”, escribió Shakur Stevenson en sus redes sociales.

La opinión vuelve hacer casi unánime, pero ahora en relación a que Vasyl Lomachenko, desde hace años instalado entre los diez mejores peleadores libra por libra del mundo, ha demostrado estar sufriendo un importante declive en su carrera. ¿Podrá volver a la cima del boxeo mundial?