Billy Joe Saunders quiere conquistar el mundo este sábado. Dueño del título mundial de la Organización Mundial de Boxeo en las 168 libras, que conquistó con un triunfo por decisión unánime sobreShefat Isufi en mayo de 2019; viene persiguiendo al Canelo desde que ambos eran campeones de peso mediano y finalmente le llegó la oportunidad.

El británico, con récord profesional de 30 victorias sin empates ni derrotas, era y sigue siendo para la amplia mayoría de los fanáticos y los especialistas el rival más duro para el tapatío camino de cumplir con el objetivo de volverse campeón mundial indiscutible de peso súper mediano.

Cuando, seguro de sí mismo, Saunders dice que Canelo no se ha enfrentado nunca a un rival como él tiene mucho de razón. Porque es un provocador, un maestro del juego mental, un payaso y a la vez un matón. Pero sobre todo porque apoya todo aquello en un gran boxeo, que al final de cuentas es lo que lo reivindica como gran campeón.

El mundo está esperando los encuentros entre ambos en la previa de la pelea, ya sea en las sesiones de fotos y rondas de prensa o en el pesaje. Porque todos esperan allí que Saunders provoque a Canelo hasta lograr fastidiarlo. Tal vez lo haga, tal vez no. Porque con Saunders nunca se sabe. Aunque apenas llegó a Arlington ya le regaló un insulto a la gigantografía del mexicano.

Por otro lado, el británico llega en el momento más tenso de su relación con Eddie Hearn, quien promueve su carrera desde MatchRoom Boxing y a quien le reclama haber estado mucho más pendiente del Canelo que de él en la promoción de la gran pelea que tendrá lugar este sábado 8 de mayo en el AT&T Stadium.

La última pelea de Saunders fue el 4 de diciembre del año pasado ante Martin Murray, a quien venció en decisión unánime. Dos meses después, luego de que Canelo venció a Yildirim, se confirmó el enfrentamiento de unificación entre ambos y a la semana sufrió una gripe cuya recuperación le llevó más tiempo del esperado, sumado a una infección en el pene que retrasó el inicio de su campamento de preparación.

Pero Billy Joe está listo para hacer todos esos problemas a un lado. No quiere tener excusas. Confía en sus capacidades para salir victorioso ante Canelo y sabe que si no lo hace será solo por dos razones: porque el mexicano logró imponer su talento o porque él no hizo lo suficiente. Y no quiere seguir adelante con el peso de saber que fue por lo segundo.