Desde la silla que ha sido su trono y a veces su patíbulo, Santiago Baños, el timonel deportivo del Club América, rompió el silencio. La semana pasada, la abrupta salida de Fernando “Tano” Ortiz, el hombre que dirigió el equipo desde el banquillo, parecía un misterio, una incógnita cubierta con un manto de frustración y descontento de la afición.
Según Baños, la repentina retirada del argentino Ortiz no sólo dejó un hueco en el equipo, sino que también dejó una huella de irrespeto hacia el club que le ha dado tantas oportunidades.
El chisme del WhatsApp: una noticia inesperada
Hace tres semanas, en el agitado post-partido contra las Chivas, una conferencia de prensa fue el telón de fondo para una noticia que dejó boquiabierto al presidente deportivo. Santiago Baños se enteró de la renuncia del ‘Tano’ no por una conversación personal o un aviso formal, sino a través de un grupo de WhatsApp interno del club, convirtiendo la despedida de Ortiz en una saga de misterio y sorpresa.
“En la época de las comunicaciones instantáneas, resulta irónico que la renuncia de un entrenador se gestione a través de un mensaje de texto“, reflexionó Baños.
Un café frío: el adiós que nunca llegó
Baños comentó que tras la dura derrota en las semifinales del Clausura 2023 ante las Chivas, apenas tuvo tiempo de intercambiar unas palabras con Ortiz. De hecho, no hubo un momento para un café frío, una charla tranquila para discutir la situación y encontrar un posible camino a seguir.
“Si me hubieras dicho justo después del partido, ‘oye, estoy pensando esto…’, yo habría propuesto una reunión al día siguiente. Un café, un momento de calma para discutir y, si la decisión seguía en pie, entonces sí, una conferencia de prensa para decir adiós a todos. Así son las formas correctas, pero lamentablemente, no fue así“, expresó Baños.
Reflexiones y caminos separados
A pesar de las circunstancias, Baños insiste en que se mantiene la amistad con Ortiz. Sin embargo, su despedida deja un precedente, una lección sobre las formas y el respeto hacia la institución y la afición. “Las formas no fueron las adecuadas, pero eso ya es agua pasada. Ahora, cada uno en su camino“, concluyó Baños.