Los desajustes defensivos que Salernitana había evidenciado ya en los primeros partidos de Guillermo Ochoa con el equipo se multiplicaron por mil este domingo en la visita al estadio Gewiss de Bérgamo, donde Atalanta aprovechó para despacharlo con goleada de 8-2 que golpeará duro en los ánimos del portero mexicano y de toda la plantilla.

En nada más que cinco minutos de juego llegó la primera prueba de que la suerte no estaría de lado de Memo, porque un remate desde la medialuna del área de Jeremie Boga se desvió en dos defensores para descolocarlo y ver el balón entrar por primera vez en su portería.

En total fueron cinco los goles que sufrió en la primera mitad, dos de ellos productos de los penales que con mucho de imprudencia cometió el argentino Federico Fazio, uno de los futbolistas de mayor jerarquía internacional que tiene en el plantel. Llegó a tocar la primera ejecución de Lookman, pero no evitó el ingreso del balón. Y le contuvo luego el penal a Koopmeiners, pero este lo venció en el rebote. Ninguna responsabilidad tuvo tampoco ante los goles de Scalvini, de cabeza, y Hojlund.

Si bien la segunda mitad no fue tan dramática como esos primeros 45 minutos, Ochoa fue vencido en otras tres ocasiones, primero con un auténtico golazo de lookman, que se anotó su doblete personal, después ante la definición de Éderson y por último de Zortea. Para Salernitana, Dia había marcado el empate parcial y Nicolussi el tanto del descuento.

Memo sufrió ocho goles por primera vez en su carrera, siendo esta la marca máxima que le han convertido en un partido. En dos ocasiones había recibido 7 goles. Con Granada en una derrota 7-1 ante Atlético Madrid y con la Selección Mexicana en la goleada 7-0 que le propinó Chile.