A Teófimo López no le duró demasiado el tiempo de presumirse como campeón mundial indiscutible de peso ligero, aunque ciertamente nunca lo fue. En la primera defensa de los títulos que le había arrebatado a Vasyl Lomacheno, segunda de su cinturón de la FIB, fue derrotado en decisión unánime por George Kambosos, perdiendo el status de campeón mundial.

“El árbitro sabía que gané esta noche. Todos sabían que gané esta noche y estoy agradecido. No creo que haya sido una pelea cerrada en absoluto. Al final, lo anoté 10-2", había dicho sobre el cuadrilátero, lejos de felicitar a su justo vencedor. Finalmente, terminó decidiendo que para él era tiempo de abandonar el peso ligero y fue Bob Arum, de Top Rank, quien anunció que a partir de ahora pelearía en las 140 libras.

Teófimo pareció entusiasmado y anunció que en 2022 comenzaría a deandar el camino que lo llevaría a ser el campeón mundial indiscutible de peso súper ligero. Sin embargo, comenzó a sentir que la industria le estaba dando la espalda, que los flashes ya no apuntaban tanto hacie él. Y no se sintió nada bien.

"Cuando me vaya, tal vez entonces seré apreciado", escribió en un tuit. "La carrera va genial, pero el resto de mí va cayendo lentamente", agregó en otro para comenzar a encender las alarmas sobre algo que no está del todo bien con él. Por otro lado, subió a su cuenta de Instagram un video dedicado a sus haters.

“Todo lo que puedo decir es esto, hombre, pueden seguir odiándome. Para aquellos que me están apoyando, los amo. Los que siguen odiándome solo quieren ser como yo. Tengo Beats, tengo Budlight, tengo Essential Water, tengo la bebida energética Reign. Estoy encendido para el Thor. Y el próximo será Nike. Es mejor que creas eso porque le pedí eso al universo y te lo concedo. Todos ustedes siguen odiándome, sigan haciendo eso. Me dan energía", dijo.