Después de unas semanas en las que se posicionó en el segundo lugar del Campeonato de Pilotos, los problemas reaparecieron para Checo Pérez. El mexicano venía de buenas actuaciones, un histórico triunfo en Mónaco, la renovación de su contrato y por qué no, la ilusión de pelear por el título ante su compañero de equipo, Max Verstappen. Sin embargo, en Montreal, se terminó aquel buen pasar.

El GP de Canadá no comenzó de la mejor manera para Checo Pérez, que estuvo lejos de sus habituales ritmos en la mayoría de las prácticas y principalmente, en la clasificación del día sábado, donde no logró pasar de la Q2 y quedó obligado a remontar en la carrera del domingo. Pese a un buen inicio, el mexicano debió despedirse muy rápido de la competición.

Checo Pérez largó desde el 13° lugar con la expectativa de remontar varias posiciones hasta alcanzar un lugar en el podio. El mexicano avanzó rápido dos posiciones, pero después de completar la octava vuelta, su Red Bull presentó fallas en el motor y lo obligó a finalizar su presentación en el GP de Canadá con un desempeño que buscará olvidar lo antes posible.

De esta manera, Checo Pérez sufrió su segundo abandono en el Campeonato Mundial de Fórmula 1, después del que protagonizó en Azerbaiyán, al igual que Max Verstappen. El mexicano, además, venía de siete carreras sin bajar del cuarto puesto, en las que además, obtuvo un triunfo y cuatro segundos lugares. Los problemas de fiabilidad reaparecieron entonces en un mimento muy inoportuno de la temporada.