La Selección Peruana culminó el año 2025 en una preocupante posición 48 dentro del Ranking FIFA, un registro que la sitúa entre sus peores cierres de temporada de la última década. Este descenso significativo es un reflejo directo del rendimiento del equipo en las Eliminatorias para el Mundial de 2026, donde la falta de una racha de resultados positivos y la irregularidad en el juego impactaron fuertemente en su ubicación global. A pesar de algunos destellos individuales y momentos de buen fútbol que no lograron sostenerse.
Selección Peruana está en uno de sus peores momentos
Esta ubicación coloca a la ‘Bicolor’ en un puesto no visto en casi una década, remontándose a junio de 2016 para encontrarla en el mismo escalón 48. La magnitud de esta caída se atribuye a una campaña eliminatoria plagada de altibajos y un rendimiento por debajo de lo esperado, lo que impidió al equipo mantener el ritmo y acumular los puntos necesarios para competir eficazmente en una región tan exigente como Sudamérica. Con motivo de las derrotas contra Uruguay y Paraguay respectivamente en las jornadas recientes.
La incapacidad para consolidar un estilo de juego y la falta de solidez defensiva contribuyeron a esta baja. La última vez que Perú ocupó una posición inferior fue en noviembre de 2015, cuando se ubicó en el puesto 50. Este antecedente subraya la gravedad del momento actual y la inminente necesidad de una profunda reevaluación del proyecto deportivo de la selección. Aunque es cierto que el equipo ha experimentado periodos de inestabilidad en el pasado, el cierre de 2025 confirma que la ‘Blanquirroja’ atraviesa una de las crisis de resultados más notables desde el inicio de su resurgimiento bajo la dirección de Ricardo Gareca.
Selección Peruana buscará regresar al próximo Mundial
Es imperativo que la Federación Peruana de Fútbol analice a fondo las causas de este declive, desde la planificación de los partidos hasta la gestión de los talentos. En el panorama sudamericano, Perú se encuentra ahora rezagado, no solo detrás de las potencias continentales como Brasil y Argentina, sino también de equipos que históricamente solían estar por debajo en la tabla, como Colombia, Uruguay, Ecuador y Paraguay. Esta situación añade una capa de urgencia al desafío para la próxima fase preparatoria y competitiva.
El objetivo principal no será solo escalar posiciones en el ranking y mejorar su rendimiento en las eliminatorias, sino también, y quizás lo más importante, recuperar la confianza de los aficionados que han visto con desazón el declive del equipo. La Selección Peruana deberá demostrar en la cancha la capacidad y el compromiso necesarios para volver a luchar por un cupo mundialista para el año 2030, consolidando un equipo competitivo que inspire esperanza y orgullo en el pueblo peruano. Lleno de nombres renovados y sangre que pueda imprimir ese fuego interior que muchas veces no se notó
