Barcelona fue el gran protagonista del cierre del mercado en Europa con movimientos que implican hasta tres clubes y que terminaron con la salida de Griezmann al Atlético de Madrid para que finalmente Luuk de Jong arribe al Camp Nou como su reemplazante. Koeman, Alemany y Laporta cierran de esta manera unos meses cargados de altas y bajas que han supuesto un cambio de ciclo en el club.

Koeman sabía que la plantilla tendría que reducirse y que solo operaciones menores podrían llegar a reforzar su equipo. Yusuf Demir, Memphis Depay, Sergio Agüero, Eric Garcia y Luuk de Jong fueron las altas de un Barcelona donde solo se gastarán cerca de 5 kilos por un grupos de jugadores que sacando el caso del ex Lyon, vienen a ayudar en una transición deportiva sin precedentes en el último tiempo.

 

Serán tiempos de arrimar el hombro en Barcelona. No hay dinero para estrellas y los jóvenes serán más protagonistas que nunca en un club donde pasará mucho tiempo antes de que los cracks de este deporte vuelvan a ser blaugranas. Las ventas y salidas que se dieron en los últimos meses, principal síntoma de una económica rota en mil pedazos.

El imposible caso Messi

Lo del rosarino lo sabemos todos. No hay habrá dinero ni forma en la que Laporta podía pagarle 75 millones o incluso 35 por temporada. El club simplemente no podía permitirse eso cuando la deuda asciende a más de 1000 kilos y cada euro irá destinado a evitar un punto de no retorno. La salida de Antoine Griezmann en este sentido, sigue el mismo camino.

Emerson, Junior Firpo, Moriba, Jean Todibo, Carles Aleña Rey Manaj, Juan Miranda, Matheus Fernandes, Monchu, Trincao dejarán 53 millones este 1 de septiembre en las cuentas del club. Laporta sabe que ese dinero ira directamente a financiar una temporada donde incluso con el regreso del público, se llega a fin de mes con la soga al cuello. ¿Los únicos pendientes? La situación de un Coutinho y Pjanic que habrá que ver que ocurre con su futuro.