Sin Cristiano Ronaldo, a Manchester United le cuesta poder hacer pie. Pasó ante Young Boys en Champions League y ahora sucede lo mismo en la Copa de la Liga de Inglaterra. Fue victoria de West Ham en Old Trafford por 0-1 y con gol argentino. Manuel Lanzini le dio la clasificación al equipo de David Moyes que avanza de ronda.

Ole Gunnar Solskjaer decidió darle descanso a Cristiano Ronaldo tras los partidos consecutivos que jugó, y también por los que se vienen. Pero el resultado hace pensar que el portugués es insustituible y que ahora se convierte en la pieza que no puede faltar. Éxito de West Ham, que vuelve a ganar en Old Trafford tras 14 años, cuando lo hizo por Premier League (temporada 2006-07) también por 0-1 y, casualidades del fútbol, también un argentino le dio el triunfo. En aquella ocasión, lo hizo Carlos Tevez, para salvar del descenso a su equipo.

 

Los Hammers arrancaron mejor el partido, con mayor decisión a la hora de atacar. Manchester United, por su parte, mostró una actitud más pasiva y a la espera. Pero todo cambió al minuto 9 cuando Ryan Fredericks hizo una gran jugada individual por la derecha para meter un peligroso centro atrás que encontró a Lanzini. El ex River remató de primera y venció a Dean Henderson para poner el 1-0. La mala noticia de esta jugada es la lesión del lateral derecho, quien tuvo que ser reemplazado por Vladimir Coufal.

Gol de Lanzini

Los locales despertaron ante el tanto rival y el trámite del partido cambió. El que pasó a esperar fue West Ham, mientras que el United empezó a meter presión y a llegar al área. Oportunidades para empatar el partido no le faltaron y hasta una polémica por una supuesta falta dentro del área a Jesse Lingard, que el árbitro Jonathan Moss no vio. Cabe recordar que no hay VAR en esta competencia hasta semifinales.

El protagonismo del primer tiempo fue todo de Manchester United, sobre todo con Lingard y Martial creando peligro dentro del área y con algunos disparos de Juan Mata, que forzaron a un par de intervenciones de Alphonse Aréola. West Ham resistió con hidalguía en ese primer tiempo.

En la segunda parte, el equipo de David Moyes comenzó mejor y tuvo algunas situaciones como un remate al arco de Yarmolenko, que se fue cerca. Pero, con los cambios de Solskjaer y los ingresos de Mason Greenwood y Bruno Fernandes, el partido terminó por llevarse a campo del visitante. De hecho, Greenwood tuvo un mano a mano con Aréola, que el arquero francés respondió bien para volver a salvar a su equipo.

Los últimos minutos de juego fueron de un ida y vuelta donde Manchester United decidió mandar mucha gente en ataque y dejó todo servido para que West Ham lo liquide. Yarmolenko se erró un gol increíble con el arquero ya eludido y Mark Noble también pudo liquidar la historia, pero erró un mano a mano bien tapado por Henderson.