Boston Celtics y Miami Heat jugarán este sábado por la noche el tercer juego de las Finales de la Conferencia Este. En los dos juegos previos, los de la Ciudad del Sol se impusieron 117-114 y 106-101, lo que convierte el tercer duelo en trascendental para las aspiraciones de la franquicia más ganadora de la historia de la NBA

Los Playoffs son así. Si algún fanático de Boston pensaba que se iban a sacar rápidamente de encima a estos Heat, que fueron los quintos clasificados, está de más decir que cometió un severo error en su pensamiento. Miami demostró mucha más fortaleza en los minutos finales, pero hay una buena noticia para los Celtics: mucho de ello fue por su propia culpa. 

 

Erik Spoelstra, cuando fue consultado luego del primer partido sobre la performance de su equipo, respondió que estaba muy disconforme, porque Boston fue mucho mejor en los primeros tres cuartos. Lo mismo sucedió en el segundo partido, sin embargo, Jimmy Butler y la experiencia de Goran Dragic fueron demasiado para este equipo de Brad Stevens. 

Marcus Smart ya respondió a su manera y mandó una advertencia en el vestuario. Cualquier persona que integró un deporte en equipo, entiende que lo sucedido es normal y los jugadores suelen salir más fortalecidos de esas situaciones. Sin dudas, Jaylen Brown y Jayson Tatum ya captaron ese mensaje, donde la defensa y los errores no forzados no pueden suceder en instancias de Playoffs. En cambio, manteniendo el nivel de juego lineal ya han demostrado que tienen más talento. 

 

 

Como si fuera poco, el gran detalle para Stevens pasará por algunas cuestiones: la primera es poner a su mejor defensor, Smart, en el hombre clave de Miami, situación que no se vio en el segundo. La otra: la vuelta de Gordon Hayward, quien se cansó de convertirle a estos Heat en la temporada regular y quien tiene algo que el resto de sus compañeros no: experiencia y gran capacidad reboteadora. 

La siguiente noticia favorable para los Celtics es que Kemba Walker se reencontró con sí mismo y volvió a hacer las jugadas importantes que se le veía en Charlotte y en la temporada regular. Boston Celtics jugará el tercer partido como una final del mundo, ya que sabe que nadie volvió de un 0-3. Tienen argumentos de sobra para pensar que pueden lograrlo.