En 2014, Le’Veon Bell finalmente estalló y tuvo la mejor temporada de su carrera con los Pittsburgh Steelers. Luego de alcanzar 1.361 yardas y 8 anotaciones, entró en la siguiente campaña con altas expectativas, pero se lesionó, aunque volvió recargado y tuvo dos años más con más de 1.250 yardas.

Sin embargo, en 2018 no firmó el franchise tag tras no acordar un nuevo contrato con la organización y quedó fuera hasta 2019, cuando hizo su regreso, aunque ya con los New York Jets.

En New Jersey no le fue para nada bien y registró sus peores cifras – excluyendo a cuando se lesionó – bajo las órdenes de Adam Gase.

Sin embargo, el corredor volverá en 2020 y, de seguro, quiere mejorar su performance, aunque la organización lanzó una particular frase sobre el jugador.

Desde la franquicia aseguran que el aumento de peso de Bell causó que perdiera esa explosión que lo convirtió en uno de los mejores jugadores de la NFL. Al parecer, su peso de juego debería rondar los 102 kilos, pero él llegó a los Jets con unos 117.

Más allá del peso del ex Pittsburgh, nada en la ofensiva del equipo pareció funcionar y hasta sufrieron con la mononucleosis de Sam Darnold. Por eso, esperan poder comenzar el 2020 con un mejor semblante y, si bien el errático Gase se mantiene al mando, no parece que la próxima temporada pueda ser peor que la anterior… ¿O sí?