De cara a la definición de la Copa Libertadores contra River, Tigres pidió entrenarse en el predio de Boca los días previos a la final.
Los mexicanos quieren ganar por primera vez el certamen sudamericano, al cual ingresaron como simples invitados, y están dispuestos a usar todas las armas para lograrlo.
Tigres se entrenará lunes y martes, a la espera de la vuelta del miércoles, en Casa Amarilla, el predio de Boca. El pedido por parte de los “Felinos” se fue para lograr tener un lugar para sus prácticas cercano al microcentro porteño, donde se alojarán.
Sin embargo, aunque la noticia despertó la sorpresa de los argentinos, los mexicanos no son los primeros en solicitar usar las instalaciones xeneizes. Guaraní, rival de River en las semifinales, también lo hizo.
Además, hace unos días Enrique Esqueda, atacante de Tigres, afirmó: “Siempre fui hincha de Boca”. La cercanía con el eterno rival del Millonario va en aumento, casi como una cábala para la final.