El reconocido preparador físico argentino, Fernando Signorini, reveló una anécdota sobre el día en Que Diego Maradona ayudó a Lionel Messi a perfeccionar su ejecución de tiros libres.
Quién pudiera presentarse en sociedad mencionando que entrenó con los que para una gran mayoría son los dos mejores futbolistas de todos los tiempos. Agrengando, además, que no sólo estuvo en cuatro mundiales sino que también trabajó con César Luis Menotti y Carlos Bilardo, los dos entrenadores que llevaron a la selección argentina a ganar un Mundial. Ese es Fernando Signorini, quien en su libro “Fútbol llamado a la rebelión”, relata una historia que lo tuvo como espectador privilegiado.
El episodio se produjo en febrero de 2009, durante un entrenamiento del seleccionado albiceleste que, desde 2008, era comandado por Maradona. La lección del día, casualmente, la recibió Lionel Messi, y así lo relató Signorini en su libro:
En febrero de 2009, a poco tiempo de haber asumido Diego Maradona como técnico de la selección, fuimos a Francia a disputar un amistoso ante el seleccionado local, en Marsella
El día anterior al partido hicimos una práctica en el estadio, donde Diego trabajó con los once titulares en el táctico final y yo me quedé con el resto haciendo un ‘loco’ hasta terminar el entrenamiento.
Cuando dio la orden de terminar, Mascherano, Tevez y Messi le pidieron si podían quedarse haciendo tiros al arco, a lo que Maradona accedió.
En un momento, el puso la pelota mirando hacia el arco, un poco sobre la izquierda y cuando le pegó, su remate se fue lejos, por arriba del ángulo de la mano derecha de Carrizo.
Hizo un gesto de fastidio y, como enfiló para el vestuario, le salí al cruce: “Decime una cosa, ¿un jugador como vos se va a ir a duchar con esa porquería? Dejate de hinchar las bolas. Agarrá una pelota y volvé a intentar”.
Termino de pronunciar eso y veo que viene Diego, que lo había escuchado todo, como siempre.
Lo tomó del hombro y le dijo “Leíto, Leíto, vení, papá. Vamos a hacerlo de vuelta”.
Era como un profesor con un alumno. Y siguió; “Poné la pelota acá y escuchame bien: no le saques tan rápido el pie a la pelota porque si no ella no sabe lo que vos querés”.
Entonces, la acarició con la zurda y la clavó en el ángulo, inflando la red ante la mirada de admiración de Messi.
Para los que hablan de los celos de Diego, ¿qué celos? Le estaba abriendo el mundo del conocimiento y no le cobró nada. Yo pegué media vuelta y no quise ver más, ya era suficiente. Allí estaba el fútbol argentino”.
+Algo aprendió La Pulga
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