Atlético Nacional de Medellín remonta en Guayaquil al último minuto 1-2. Sigue invicto el Verdolaga en la Libertadores y ahora consigue su primera victoria.
La poca asistencia de la hinchada del Barcelona tenia su premio por ser tan incondicional a pesar de los malos resultados: a los pocos segundos de haber comenzado el partido, a los 58 segundos Brahian Alemán se estrenaba internacionalmente como goleador del Ídolo. Había robado muy bien un balón el jugador Frezzoti, tocó para Ismael Blanco, el 9 corrió la cancha correctamente y asistió de la misma manera a Alemán, el uruguayo demostró su categoría definiendo exquisito a la esquina para anotar el primer gol de los Canarios en la Copa Libertadores 2015.
Lo seguía dominando Barcelona, los Paisas no salían del aplomo de haber caído en desventaja tan tempranamente. Pero el Ídolo ecuatoriano no supo aprovechar la superioridad, dejó que despierte el Verdolaga que empezó a dominar las acciones. Llegaron los verdes sobre la portería de Banguera, que aparecía mucho más que Armani.
Se vio exigido el portero ecuatoriano en más de una ocasión. Zeballos, Copete y Andrés Escobar se daban modos de complicar a la zaga ecuatoriana que lucía poco aplomada, pero el empate no llegaba. A los 35 despertó un poco el cuadro Canario: Oyola eludió a un zaguero, ganó la línea final, cedió el balón a Alex Colón y el conquistador la envió a las nubes. Volvió a insinuarse más de una vez el equipo colombiano pero el gol no llegó. Así se fue el primer tiempo en el Estadio Monumental Banco Pichincha.
Para el inicio del segundo tiempo no se veía nada del cuadro Verde de la Montaña, Barcelona dominaba y a los 53 Blanco anotó un gol que parecía absolutamente legítimo pero el juez de línea lo anuló interpretando fuera de lugar del delantero que hacía un gran partido. No aprovechó Barcelona que jugaba mucho mejor, pero en el fútbol, quien no los hace los ve hacer. El recién ingresado Guerra recibió un balón que se origió en una finta vistosa de Ruiz y la embocó en el arco de Banguera para poner el 1-1 en el Monumental. Festejaron los cientos de hinchas del Verdolaga que habían viajado 36 horas hasta Guayaquil.
Todo era de Atlético Nacional de Medellín. Los cambios le resultaron al técnico Osorio, llegaban Guerra, Ruiz, Benal, García y los verdes lucían muy bien. Y el partido se volvía más polémico aún: otro gol legítimo anulado, ahora del otro lado. Copete recibió un centro en el área chica de Barcelona, definió espectacular de palomita, fue jalado por Checa que le cometía penal, el balón se metió en el arco pero el juez señalaba infracción del delantero. Jonathan seguía festejando desentendido.
A jugada seguida atacaba de nuevo Atlético Nacional y esta vez Copete llegaba totalmente solo, Banguera salió unos 25 metros fuera de su arco para marcarlo, el delantero del Verdolaga amagó excelente, de tal modo que el portero ecuatoriano tuvo que derribarlo y como consecuencia ver la tarjeta roja.
El partido no podía terminar así. En el último aliento, Luis Carlos Ruiz se elevó en el área tras un centro de Jonathan Copete y colocó el balón en el fondo de las piolas 1-2. Hizo gritar a toda la afición colombiana que festejaba en Guayaquil y hacía que valiera la pena todo el viaje porque cantaban victoria en el Monumental.