El mundo político está movido en Perú. Desde que sacaron a Martín Vizcarra unos cuantos congresistas con ambición de poder, el país se ha dividido.

El mundo del periodismo es un reflejo de eso. Las generaciones pasadas se niegan a aceptar a las nuevas, a pesar de que estas tienen muchas veces el apoyo popular.

En las últimas horas, Sigrid Bazán, de la nueva generación de periodistas, politóloga y candidata a congreso, acusó que había una campaña sexista contra ella. Una página que impulsa la paridad compartió su denuncia.

Entonces, los que en su momento defendieron la acción de Merino y compañía aparecieron. Carla García, hija de Alán García, el Presidente que se suicidó cuando la Justicia llegó a su casa, se manifestó: “No necesito que me defiendan una ong de izquierda, necesito que se evidencia la hipocresía y el doble standard. No nos callan”.

Tras esto, otra polémica periodista apareció: Milagros Leiva, recordada por su célebre llamada al general del Aire cuando la policia la intervino. “Nunca, ninguna asociación que supuestamente condena el acoso a mujeres te va a defender porque no eres de la argolla. En todo el tiempo que llevo en Twitter he leído todo tipo de insultos que te han escrito por ser la hija de Alan Garcia y has soportado bajezas. Mi solidaridad”.

Así, como un par de buenas amigas se mostraron la hija del político y la conductora de Willax. Sigrid Bazán, te guste o no, asusta a los periodistas tradicionales y conservadores. Podemos sumar a Magaly Medina y a Beto Ortíz. Por algo será.