Luego de ser expulsado por una terrible patada a Voboril, el jugador de Vélez pidió perdón e hizo autocrítica: “Russo confió en mí y no le respondí”, manifestó.
El domingo pasado, Matías Pérez Acuña protagonizó una de las patadas más bestiales del 2015. Una de esas agresiones que irá derecho a todos los resúmenes de fin de año. Como consecuencia, el jugador de Vélez fue expulsado y Germán Voboril, la víctima, se retorció de dolor.
Posteriormente, Miguel Ángel Russo, entrenador del ‘Fortín’, manifestó públicamente su bronca con Pérez Acuña, y, el futbolista, salió a hacer autocrítica en declaraciones brindadas a ESPN. “Entiendo la calentura del técnico, confió en mí y no le respondí. Capaz que tenga que salir a buscar un lateral derecho”, comenzó afirmando.
Estoy muy arrepentido. Actué como un amateur.
“Cuando vi la repetición, me dio vergüenza. Lo que hice es un mal ejemplo, me servirá para aprender para el futuro. Estoy muy arrepentido, actué como amateur”, siguió exteriorizando el juvenil de Vélez. Y, luego, aclaró que le pidió disculpas al hombre de Racing: “Estaba ciego y no pensé que lo podía lastimar. Le pedí que me perdone porque tenía un peso de encima y tenía que sacármelo”.
“No sólo quiero pedirle disculpas a él y a Russo, sino también a todos mis compañeros. Los más chicos pecamos por la falta de experiencia, pero estamos en Primera y eso es porque el entrenador ve algo en nosotros y tenemos que justificarlo”, finalizó.
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