Beto da Silva es otro de esos jugadores que ilusionó cuando salió y después solo trajo decepción tras decepción. Sus lesiones y su vida privada le quitaron la posibilidad de destacar y ahora el rechazo que tiene es generalizado.
Pasó por Paises Bajos, por Argentina, Brasil, México y España. En ninguno de esos paises la hizo y solo le quedó regresar a Alianza Lima. Su tiempo en el conjunto íntimo fue aún peor que en los anteriores.
Y es que Da Silva fue más noticia por su mal estado físico, por su actividad en las redes, por su relación con Ivana Yturbe y sus saliditas en plena cuarentena obligatoria. Mientras tanto, los Blanquiazules se iban hundiendo en la tabla. Terminaron yéndose a segunda.
Ahora, el delantero será cedido a la Universidad Cesar Vallejo. El propio club trujillano lo confirmó. Esto despertó la indignación de los hinchas que saben que tenía contrato con el club y no quiso resignar dinero por jugar en segunda y hasta se dice que desde la Victoria le pagarán una parte de su sueldo.
Augusto Álvarez Rodrich, periodista político de La República hincha de Alianza Lima, también mostró su indignación. Compartió un gráfico de la actividad y los goles de Betoto en los últimos y sentenció: “Si le pagaran por minuto jugado y gol metido, se moriría de hambre”.
Así, incluso gente ajena al fútbol liquida al delantero que sigue pasando de club a club y no deja nada más que historial clínico. Ojalá en Vallejo le vaya distinto. Las expectavitas, igual, son bajitas.