En una final emocionante donde la adrenalina y la emoción se apoderó del juego, el conjunto de Diego Simeone le ganó 3 a 0 al Athletic Bilbao con la figura de Radamel Falcao García. Era el último paso para la consgración, los dos equipos tuvieron una gran performance durante toda la copa y sabían que faltaba el salto, el encuentro que divide a los que triunfan con los que no. La final tuvo lugar en Bucarest ante un estadio repleto lleno de sensaciones yexpectativas. Rápido, a los 7 minutos del primer tiempo, la figura de la noche bailó sobre la pelota y demostró que es uno de los mejores delanteros del mundo. Amagó y la clavo en el segundo palo, ahí donde tejen el nido las arañas, para un grito de “Gol” que se apoderó de la mitad del estadio. Con el 1 a 0 a favor del Atlético Madrid, el cotejo se hizo trabado y no se observaba el buen juego, la presión y esa salida constante por los laterales típicas del equipo de Marcelo Bielsa. Cuando el balón empezaba a encariñarse con el Bilbao, el Tigre otra vez sacó a la luz su mágica y, en una baldosa, metió el 2 a 0. Así se iba el primer tiempo y dejaba un pequeño lugar para la levantada del Athletic. En el complemento, el estilo del Madrid atrasando sus lineas y regalando la pelota se hicieron presentes en el estadio. El conjunto de Bielsa tuvo sus chances para descontar pero la suerte le impidió ese grito que le de respiración artificial a ese sueño que fueron a buscar desde el primer minuto. A falta de 5 minutos para el final del cotejo, Diego metió un golazo, el último tanto para la victoria final por 3 a 0. Fue un partido digo de una final. La mezcla de estilos se vio, con poca luz, pero se vio. Laalegríafue de un equipo, de un jugador y de un técnico. Del otro lado, la tristeza se apodera del conjunto pero por unas horas, porque el Athletic Bilbao hizo una gran Europa League. Felicitaciones campeón!!